Su nombre, James Key, quizás no diga demasiado, pero es el hombre en el que la escudería Sauber ha puesto todas sus esperanzas para esta temporada y para el futuro; y con ella, Pedro de la Rosa. Lo bueno y lo malo que vendrá a medio plazo para el piloto catalán saldrá de las ideas de este nuevo genio de la ingenieria automovilistica de competición. Acaba de llegar a la escudería Sauber con la temporada ya comenzada, y tras un Gran premio de China en la que ha estado como observador, ya tiene diseñado un muy ambicioso proyecto de mejoras para el monoplaza. Cree que la temporada se puede salvar, que el Sauber puede ser competitivo, pero algunas mejoras requerirán su tiempo. Está contento con las instalaciones y con el potencial del equipo, ahora solo falta el acierto necesario y el apoyo de sus pilotos, que es donde De la Rosa marcará la diferencia.
James Key nació en Inglaterra en 1972 y sus pasos dentro del mundo de la Fórmula 1 empezaron muy pronto. Con solo 26 años se unió a la escudería Jordan GP como ingeniero de datos, para convertirse luego en ingeniero de carreras de Takuma Sato, el mejor piloto japonés que ha pasado por la Fórmula 1. Tras ayudar al diseño del túnel de viento, se convirtió en Jefe del Departamento de Dinámica de Vehículo. Con la conversión de Jordan en Midland, se convirtió en el Director Técnico de Equipo con solo 33 años, siendo el más joven Director Técnico de la historia de la Fórmula 1, junto a Sam Michael (Williams). Su mejor momento llegará con la llegada de Vijay Mallya y la conversión en Force India. Con algo más de recursos, pero aún con presupuesto limitado, Key logró desarrollar un bólido que consiguió en 2009 una pole, un podio y una vuelta rápida, además de sumar 13 puntos, algo impensable para la escudería india. Ahora llega a Sauber con ganas de demostrar su valía y su formación... ¿Será Key el nuevo Brawn o el nuevo Newey?
1 comentario:
Parece saber lo que se necesita,a ssí que espero mejoren, saludos
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