martes, 25 de septiembre de 2012

Cuando el talento no es suficiente

El último Gran Premio de Singapur 2012, además de espectacular e imprevisible, como ha sido durante los 5 años que lleva disputándose, ha clarificado varias cosas de cara a la recta final del año. Que el abandono de Hamilton le deja a 52 puntos del liderato y casi le descarta en la lucha por el mundial de pilotos; que Raikkonen no tenía opciones reales de ser campeón; que Vettel se erige como gran perseguidor del primer puesto y que Alonso va a sufrir mucho hasta el final de temporada para aguantarlo.

El líder del campeonato se sentía feliz por el podio, pero no con lo visto durante el fin de semana. Sus frases al terminar la carrera fueron claras "Con podios no basta. No siempre van a retirarse los rivales". Se refiere sobre todo al hecho de que el Ferrari estuvo todo el fin de semana a más de un segundo de McLaren y Red Bull. Los ceros de Hamilton este año son un alivio, igual que los problemas de Vettel, pero un líder que pilota un Ferrari no puede depender exclusivamente de ellos. El propio Director de Ferrari Stefano Domenicali reconoce que tienen que dar algo más al asturiano y que necesitan ganar al menos una o dos carreras más para asegurarse el campeonato.

FERRARI, EL PEOR DE LOS TRES

Red Bull, McLaren y Ferrari se han repartido todas las victorias a excepción del GP de China en el que ganó el Mercedes de Nico Rosberg. Pero los números en el reparto hablan por sí solos. Mientras en Ferrari solo Fernando Alonso ha sido capaz de ganar, en McLaren y Red Bull lo han hecho sus dos pilotos. De esta forma McLaren ha ganado 5 grandes premios (3 Hamilton y 2 Button); Red Bull ha ganado 4 (2 Vettel y 2 Webber) y Ferrari ha conseguido 3, todos de alonso. Por su parte McLaren ha conseguido 7 poles, Red Bull 4 y Ferrari 2. ¿Y quién es el líder? El piloto de Ferrari. La Fórmula 1 ha sido, es y será una simbiosis entre piloto y monoplaza. Cuando el coche es mediocre un piloto fuera de serie lo puede compensar (hasta cierto punto), de la misma forma que un coche excepcional puede convertir en campeón a un piloto mediocre. En el caso del piloto asturiano es evidente que está clasificado muy por encima del potencial del monoplaza, y si Ferrari no quiere ver lo de 2010 repetido, tendrá que trabajar duro las 6 carreras que quedan. Empezaron muy mal, reaccionaron brillantemente en el periplo europeo del calendario y tras el parón del verano han dado pasos atrás. Toca ahora dar un nuevo golpe, y recuperar definitivamente el trono.

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