lunes, 4 de junio de 2012

La FIA... en su línea


Sin duda el tema más comentado en estas dos semanas que separan el G.P. de Mónaco y el G.P. de Canadá  en la Fórmula 1 son los ya famosos "orificios" que aparecen en el fondo plano del Red Bull de esta temporada. Tras reunión posterior a la prueba monegasca, la FIA los ha declarado ilegales, instando a la escudería de Milton Keynes a rediseñar su fondo plano ya para el G.P. de Canadá. Sin embargo, en una decisión muy del estilo de la FIA, no les priva de las victorias conseguidas por Red Bull en Bahrein (Vettel) y Mónaco (Webber), en los que montaron el fondo plano "ilegal", además de usarlo en Montmeló.

Y claro, ante esto, vemos los dos puntos de vista. Si para la FIA el reglamento es explícito en la aparición de esos orificios (se que suponen dan ventaja aerodinámica), desde Red Bull se defienden al no observar nada en el reglamento que los prohíba. La pregunta es ¿están viendo el mismo reglamento? Aunque parezca increible, si. Desde Red Bull se ha dicho que da igual, que no iban a usar este fondo en Canadá, pero también han defendido su legalidad y estoy seguro que no habrá hecho demasiada gracia esta prohibición.

Este casi es solo uno más que añadir a la interminable lista de sanciones y polémicas sobre los diseños de los monoplazas que abre la FIA. Por hablar de la historia reciente, no ha habido temporada en la que la FIA haya ilegalizado elementos de los coches. Recordemos el famoso "mass dumper" del Renault que pilotaba Alonso y con el que ganó el campeonato, el doble difuror que permitió al Brawn GP pasearse por el mundial, los "escapes sopladores" del propio Red Bull en estos dos años de hegemonía... En todos los casos, cuando la FIA los prohibió, el rendimiento de los coches bajaron notoriamente.

La pregunta es...¿son todos los equipos e ingenieros amantes de las trampas?, o por el contrario ¿es el reglamento de la FIA vago e incompleto? Ambas preguntas tiene su parte de verdad. Por un lado la Fórmula 1 tiene a los mejores ingenieros automovilísticos del mundo, y el hecho de que vayan al límite no solo es normal, sino obligatorio en su trabajo. Por otro lado la FIA parece no darse cuenta de esto y redacta cada año un reglamento contradictorio, vago y ambiguo, impropio de un mundo tan complejo como este. Cuando ilegaliza pero no quita victorias ni resultados, la FIA mismo está reconociendo su incapacidad para evitar estas cosas antes de tiempo. Siempre se limita a decir "a partir de ahora no vale...".  Y seguramente no sea su última maniobra.

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